domingo, 18 de noviembre de 2007

Selva: Plan, Pujanza y Poesía

Entre el 9 y el 11 de Noviembre tuve la suerte de ser invitado a la ciudad santiagueña de Selva, compuesta por 3500 habitantes, lindante con la ciudad santafesina de Ceres para realizar un curso de capacitación ajedrecística a los integrantes de la Escuela Municipal de Ajedrez de Selva un lujo que se halla en el Complejo Cultural de la ciudad, equipada y dirigida como en poco lugares de Argentina se ve.
Desde el intendente Dr. Miguel Mandrille (a quien tengo el gusto de saludar en la foto) pasando por el Secretario de Deportes Leandro Menna, el joven profesor Esteban Don, Leonor la infatigable directora, su hermana María Teresa y todas las madres y padres que colaboraron en todo (y me trataron como a un rey) se armó un super equipo de trabajo que puso el hombro para que todas las actividades planificadas se llevaran a cabo con rotundo suceso.


Fueron tres jornadas de intenso trabajo que incluyeron un día de capacitación al profesor de la escuela, el cual trabaja con decenas de chicos que evidencian ganas y potencial de mucho progreso. Para demostrar el espíritu abierto y solidario de esta comunidad fueron invitados a participar de esta jornada el excelente formador santafesino Alberto Ganín con dos de sus discípulos (Lorena Comabella e Isidro Vinuela) y el profesor Abel Cartas.
El segundo día los niños pusieron todas sus ganas para aguantar mis clases durante toda la mañana y tarde en un curso intensivo donde su atención y su esmero realmente me emocionaba.
La tercera cita fue para hacer una evaluación de desempeño en los pequeños la que arrojó excelentes resultados (los casi 30 infantes contestaron de manera acertada un 70% de las preguntas y un 80% de los conceptos claves) lo cual vino a demostrar que el esfuerzo y la garra evidenciado por ellos el día anterior habían dado sus frutos.

Aparte y como cierre - antes de realizar una devolución personal con cada participante de parte mía y del profesor Don (a quien se ve pensando donde me hallo moviendo) - se realizó una hermosa simultánea donde los chicos demostraron su buen manejo de los trebejos.
A los jóvenes valores de Selva se sumaron a la simultánea tres ajedrecistas de experiencia y trayectoria de la ciudad vecina de Ceres: Lorena Comabella, Candela Boscarol y Germán Vernini.
Como si todo ésto fuera poco me agasajaron con asados, regalos campestres y un regalo muy especial que fue el libro "Siesta adentro" del fabuloso poeta lugareño Jacinto Velázquez quien tuvo la deferencia de dedicarme su obra con hermosas palabras que se las agradezco enormemente.
¿Qué se puede agregar de semejante travesía?
Que bien valieron los 1500 km que entre ida y vuelta me hice ya que encontré en este oasis de pueblo las siguientes virtudes:

Plan: Del Sr. Intendente para abajo todas las fuerzas vivas de la comunidad tienen en claro que invertir en capacitación de los niños y la juventud es apostar al futuro, es una inversión jamás un costo.

Pujanza: El empuje evidenciado por la directora (quien denota tener un corazón tan grande como su carácter) y el cuerpo de padres, el esfuerzo de lo pibes concurriendo todos los días a horario a los cursos y su inclinación al trabajo hablan de una sociedad pujante que con muy poco está haciendo mucho y eso es algo digno de destacar. Esa fuerza no debe perderse, ya que es un valor agregado incalculable.

Poesía: Una ciudad pequeña de aparente chatura tiene sus peculiaridades que a los habitantes de la gran urbe (Buenos Aires) como yo nos cautivan. La cooperación y altruismo mutuo que se nota con los coterráneos de otra provincia es un gesto destacable de que habla de buenos valores humanos. Y para culminar con todo este cóctel de maravillas inesperadas para un entrenador que ha viajado por tantos rincones del país y del mundo, un poeta autóctono, que crea poesías maravillosas como la que escribiera tras la tragedia de la muerte del maestro Carlos Fuentealba. Me contó que se trata "de una tierra esperanzada, donde el capital más grande es la puerta abierta de un hogar y lo más bello los ojos de los changuitos santiagueños" y tras estas hermosas y contudentes palabras sólo me resta decirles ¡gracias! de corazón.