jueves, 29 de febrero de 2024

¿A dónde vas Argentina?

 Un día como hoy 29 de febrero me remarca la presencia supersticiosa de un año bisiesto (se me viene a la mente que el anterior fue el pandémico 2020) y también el comienzo de un mes marzo difícil, que en lo familiar significará llegar al vigésimo aniversario de la partida de mi Padre Jorge.

Pero hace tiempo quiero expresar que Argentina ha iniciado un proceso de cambio tan duro como profundo desde las ideas económicas. Es tan triste ver que volver a lo anterior no sirve pero que cuesta encontrar un cambio positivo, que no signifique un gran padecimiento para buena parte de la población. 

Mientras tanto, quienes dirigen ese nuevo sendero sean oficialistas u opositores viven en otro nivel de vida, bien alejados de las urgencias que atosigan a jubilados y asalariados en su angustiante carrera por llegar a fin de mes.

¿Alguna vez San Martín, Belgrano, Urquiza, Alberdi u otros habrán siquiera podido imaginar que el país que ellos supieron fundar, repleto de potencial, habría de tener más de un 50% de gente pobre?


¿Por qué los dirigentes sindicales y sociales durante el gobierno anterior descansaron 4 años y ahora ven todo lo malo que sucede? ¿Les parece razonable ahora hacerse los horrorizados?

¿Jamás se percataron los K, los Pro y todo el espectro político que el poder adquisitivo del salario se venía desbarrancando? ¿Se dieron cuenta las nuevas autoridades que millones de personas no podrán afrontar los nuevos costos del transporte con un salario que no logra ni por asomo correr de atrás a los precios?

Muchas acciones de los integrantes de los distintos estamentos del Estado restan, pero creo que jamás se debería insultar a las instituciones que configuran el Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial porque ellos son los pilares de una Democracia imperfecta, pero que al fin y al cabo es un sistema de convivencia cívica que nos une por lo menos a la hora de elegir nuestras autoridades.

Por su parte las Provincias, aun cuidando sus intereses deben colaborar a los logros de la Nación pero en sentido contrario no se debe olvidar que las primeras conservan todo el poder no delegado a la segunda, acorde a nuestra Carta Magna (art. 121 CN)

Imploro que el comienzo de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional marque un punto de inflexión en busca de la normalidad, de la tolerancia, de la empatía (no solo entre las distintas funciones del Poder del Estado sino principalmente con los sectores que vienen siendo más castigados sin siquiera un atisbo de sensibilidad hacia ellos).


Ya sabemos de dónde venimos, pero no tenemos certeza del puerto al cual habremos de arribar en medio de semejante tormenta.

Ojalá que allá en el horizonte salga un poco el sol para todos, no solamente para algunos.

Alejo de Dovitiis 2024






sábado, 2 de abril de 2022

Malvinas

 Un 2 de Abril de 1982 me asustó oír en la radio que un marino llamado Giachino había fallecido al generarse la recuperación territorial de las Islas Malvinas, iba a ser el primer de 649 héroes aunque ¿Cuántos de ellos volvieron para subsistir, para mendigar un lugar ante la indiferencia de la nefasta clase dirigente? El dolor no sabe de números o, cuantificarlo es buscarle un límite que en verdad no existe.

Ese pibe que yo encarnaba no lograba entender los alcances de una guerra que iba ser tan inevitable como absurda. Muchos festejaban como si hubiéramos vuelto a ganar el mundial de fútbol como en 1978.

Las jornadas siguieron y mucho dolor, muchas muertes, mucha injusticia nos hicieron volver a una realidad que era dura aunque se la hubiese querido maquillar con semejante operativo militar.

Todo fue muy gris como aquel invierno que se avecinaba y la contienda fue en el mismo sentido negativo. Suena bien decir que recuperamos las Islas por dos meses, pero es muy duro pensar en toda la sangre que se derramó en pos de una quimera, de una manotazo de ahogado de un gobierno militar que deseaba entronizarse desoyendo a un final anunciado que retumbaba en todos los rincones de nuestra Argentina.

¿Qué hicimos desde entonces? Indemnizar y proteger a otros que actuaron en pos de sus intereses, también generando violencia y muerte. ¿Y dónde quedaron aquellos soldados? Ah...murieron en cumplimiento del deber (parecería ser la táctica respuesta de quienes han comandado al país en estos cuarenta años).

A cuatro décadas seguimos discutiendo pavadas, cosas banales, dejando a un costado lo importante, sin poner en su lugar a personas que dejaron su vida o al menos su normal vivir en unas islas lejanas que nos siguen perteneciendo por el derecho internacional pero que en los hechos son ocupadas por la corona inglesa.

Sigamos reclamando, seamos más creativos para hacerlo, pero además construyamos presente y futuro respetando lo bueno del pasado. 

Entendamos de una buena vez que no hay muertos buenos y malos, que no son mejores los de pañuelo verde que los celestes y tantas otras divisiones que nos han llevado a una decadencia que aquella alma de pibe, que aun intento conservar, jamás pudo siquiera sospechar.

No pensemos tanto en Qatar, no estemos tan pendientes del PSG, busquemos alguna vez estar unidos en asuntos que hacen a nuestro día a día. 

¿Por qué muchos desacreditan o devalúan la corrupción? ¿No debería haber, ya que hay secretarías de todos los colores para darle plata a tanto militantes interesados, una que tenga que ver con la soberanía nacional y los veteranos de guerra? ¿Cuál es la idea de el camino con una educación arrasada al compás de una situación socio económica idéntica?

Que feo debe ser haberte jugado la vida por tu Nación, haber visto a compañeros desangrarse a tu lado y solamente escuchar discursos de ocasión, para la TV y las redes sociales.

La pérdida de la dignidad que se sufre y acrecienta cada día, encuentra en este día, casi su punto máximo.

Mis respetos, mis admiración y mis disculpas a todos aquellos hombres y mujeres que dejaron todo en una empresa que no debió siquiera pensarse.

"La patria es el otro" ¿la oyó alguna vez? Esta y otras tantas frases tienen el sello de un país que cuenta con toneladas de creatividad para generar frases preciosas que jamás se cumplen en los hechos. Dios, la Patria o quien sea algún día nos demanden igual inventiva para volver a tener una Argentina mejor.

Alejo de Dovitiis © 2022



domingo, 17 de octubre de 2021

EL AJEDREZ: DEL TABLERO AL AULA

AJEDREZ

DEL TABLERO AL AULA

Para docentes y profesores

1)  EL AJEDREZ COMO HERRAMIENTA DE USOS MÚLTIPLES

Entre las múltiples opciones (como ser maqueta para temas empresariales o idóneo para la toma de decisiones) el ajedrez es ante todo un  herramienta pedagógica.

EDUCAR es nutrir, conducir, llevar y dentro de ese esquema el ajedrez procura aportar sus valores:

RESPETO AL OTRO, INTERCAMBIO DE IDEAS, RESPONSABILIDAD DE LOS PROPIOS ACTOS, MEJORAS EN EL ALGORITMO DE PENSAMIENTO, ETC. Todo ello mediante la excusa de un juego.

PEGAGOGIA es estudiar el hecho educativo, teniendo siempre muy presente al educando.

La relación con otras materias, como por caso con la geometría al ser el tablero un cuadrado de 8x8 es uno de los tantos ejemplos que le permiten al juego ciencia participar en el dictado de otras temáticas.

En definitiva el profesor realiza una tarea formativa desde lo axiológico hasta lo cognitivo.

Los valores de respeto implican que el niño/a sepa comportarse "dentro y fuera del tablero".

2) LA COMUNICACION Y EL FEED-BACK

Un elemento vital a considerar en la relación docente y alumno es la buena comunicación que ayude a que ambas partes puedan actuar de la mejor manera, con libertad, diálogo, debate y procurando generar sinergia en la labor conjunta.

Esa interacción a la cual se debe la interacción social con el resto de la comunidad es fundamental para el desarrollo cognitivo, emocional, psicológico y en definitiva personal de cada individuo.

Pasar del ajedrez lúdico a la competencia, tendrá otras implicancias, otro tipo de rutina de trabajo, pero jamás han de perderse los valores ya establecidos.

Quien hoy es el profesor mañana puede ser el entrenador o un ocasional adversario pero en todos los casos será tarea de profesores y entrenadores demarcar los límites de la buena competencia.

3) LA MENTALIDAD FORMATIVA Y LA COMPETITIVA

La primera es aquella que se delinea en los primeros pasos, en el aprender, en el saber de las reglas y de los valores que hacen a un buen jugador de ajedrez.

La segunda es una etapa posterior, cuando el niño/a va por otros objetivos que exceden al mero jugar. Competir es maravilloso, pero tiene sus implicancias y para ello el entrenador debe asumir un rol no solamente de enseñanza sino de contención ante los avatares del ganar, perder o empatar.


Para docentes y alumnos

4) LA LABOR EN EQUIPOS Y EL ACERTAR JUGADAS.

Cada alumno, como cada pieza, cumple un rol en el tablero que le toca disputar.

Se suele estudiar de forma individual, pero el compartir saberes es una forma valiosa de poder mejorar mediante el intercambio de ideas, de opiniones, de pareceres.

El acertar jugadas, que puede hacerse de forma individual o grupal, es una manera de jugar, aprender y por qué no competir de forma sana. Ganan todos aunque uno solo haga más puntos que el resto en la sumatoria final, el enriquecimiento conjunto deviene de oír muchas voces, otras campanas que nos permiten ver una realidad en otro sentido, con perspectivas diversas, que nos amplían el horizonte individual que cada uno tiene conformado.

5) LAS SIMULTÁNEAS CONTRA LOS MAESTROS

Implica ante todo un desafío, para docentes y alumnos, el desafío de intentar ser EL MEJOR QUE SE PUEDA SER bajo esas circunstancias, ganando o perdiendo, pero dejando todo frente a la batalla planteada.

Seremos buenos si logramos superarnos, independientemente del resultado puntual, SI TOMAMOS A LA MEJORÍA COMO UN MARATÓN Y NO COMO UNA CARRERA DE 100 METROS. El camino es un sendero largo, duro, pero donde los progresos se consiguen en base a esfuerzo más allá de los circunstanciales éxitos.

6) LA CLASE LA HACEMOS ENTRE TODOS

Pretender un relato de horas del exponente es, al menos, desaprovecharlo y desaprovecharse a uno mismo. Las preguntas las dudas, las ideas son siempre bienvenidas. Hay que procurar un ida y vuelta, no un monólogo y por sobre todo recordar que EL ERROR TIENE UN VALOR PEDAGÓGICO: conlleva a reforzar conceptos o a que el profesor se enfoque a cuestiones que quizás, sin esa falla hubiera pasado por alto. No por en ajedrez gana EL QUE SE EQUIVOCA ANTEÚLTIMO.

La creatividad requiere de valor, de atreverse a desarrollarla, una buena charla también, por ello ha de depender de TODOS.

MIL GRACIAS A CADA UNO

Alejo de Dovitiis









miércoles, 30 de diciembre de 2020

20/20 el año que nos vacunaron

 En fracciones se sabe que cuando el numerador y el denominador son iguales se los puede simplificar a uno. ¿Vale este año 2020 como para transformarlo así?

En un mundo transformado, convulsionado, nuestro querido y fatigoso país no escapa a la realidad ecuménica.

Nos han pasado de todo, aunque como una esperanza Navideña, han llegado las primeras vacunas, y dentro de ese marco somos conflictivos, sin paz, eternos amantes de la fricción. Nos deseamos paz, pero no la practicamos en el día a día.

Ha arribado el verano, con calor, con humedad, con problemas, con muchos casos de COVID y con mil problemas a resolver. No salimos aún del laberinto, ni mucho menos somos mejores.

Nos hemos encargado de construir un lenguaje irreal, torcido, lindante a la mentira para mostrar lo que no es o, por el contrario, disimular lo que sí es: los queridos VIEJOS (bastardeados por toda la clase dirigente) ahora son adultos mayores; los planes de ajuste (tan nuestros) se dibujan como sintonía fina; se habla de posverdad (porque la verdad es la de ellos, no la de los otros), se enarbola la deconstrucción (para explicar o hacer ver evoluciones para las redes sociales) y así sucesivamente.

Como última muestra: en la mayoría de los lugares del mundo cuando se realiza el análisis del Coronavirus el resultado dice Positivo o Negativo. En Argentina sentencia Determinable o No Determinable.

Tergiversando las palabras, truqueando el lenguaje creemos ser mejores, más equitativos y en verdad, somos peores, mediocres y falaces (los jubilados ¿cobran más?; los pobres ¿son menos?; la educación ¿va en mejoría?; la clase dirigente ¿está pensando en la gente?; el fútbol ¿está mejor organizado?...).

¿Qué nos queda? Cuidarnos, que se instalen bien las vacunas para toda la población y que el 2021 no nos mande la ola del impasse económico que podría dejarnos tirados en la orilla.

Oremos, brindemos y celebremos la vida porque las grandes batallas no han de ganarse con buenos deseos.

Alejo de Dovitiis

lunes, 27 de julio de 2020

De Tartakower a Brigada A

¡Qué difícil es escribir en épocas en las que uno no sabe si empezar a vestirse con camisa porque falta poco para salir al ruedo o quedarse con las crocs (que jamás pensé usar más que en días de playa) en los pies!
Igual pasa a la hora de intentar estudiar o escribir: la incertidumbre hace que la marea de la táctica carcoma la costa de la estrategia.
¿Para qué pensar pensar o planificar? Si dependemos de funcionarios (algunos los llamarían burócratas) que nos dirán qué puedo hacer y qué no.
De todos modos, pese a la pandemia y a las olas amenazantes de la economía, hay que impedir la resignación, la palabra fácil que todo lo explica -y a la vez nada- (por ej. reinventarse, posverdad, etc. etc.).
Por ello, antes que la depresión y el aislamiento nos gane, busquemos "jugadores modelos" que a la inteligencia le sumen algo de humor, para que estos nubarrones no nos tapen el horizonte.
Savielly Tartakower (Rostov, Rusia 1887-1956 París, Francia) abogado, ajedrecista y hasta militar polaco-francés podría considerarse el Nicolás Maquiavelo del mundo de los trebejos, en el sentido que elaboró muchas frases e ideas pensando en el ser y no en el deber ser. Veamos algunas:

«Del ajedrez no se puede vivir, pero se puede morir». ¿Con qué otra cosa sucede lo mismo?

«No hay que contar el tiempo, sino pesarlo». Tal vez veamos muchas curvas ¿y la recta del camino a seguir?

«Sólo un jugador fuerte sabe cuán débil es su juego». Marchen testeos FODA para muchos dirigentes.

«Una partida de Ajedrez se divide en 3 etapas: la primera cuando piensas que tienes la ventaja, la segunda cuando crees que tienes la ventaja y la tercera … ¡cuando te das cuenta que vas a perder!». ¡Cuidado con los gráficos! Nos dirán que vamos ganando la batalla aunque así no lo fuera.

«El ajedrez subsiste gracias a los errores que se cometen jugándolo». Probablemente nuestro país también pero...¿Y si probamos con algo mejor que subsistir?

«Táctica es lo que se hace cuando hay algo que hacer, y estrategia es lo que se hace cuando no hay nada que hacer». Justamente desde hace décadas hay mucho por hacer y quizás ello sea la razón por la cual jamás proliferaron los planes y sí las movidas aisladas.

Pero que interesante seria ver irrumpir aquí a los Magníficos de Brigada A con su camioneta negra, liderados por el inolvidable comandante John Hannibal Smith y su infaltable habano:



"Yo ya no entiendo más nada. Robo, miento, engaño y la gente sigue sin respetarme".

"No nos juzgue usted por algo que no conoce"... y muchas otras pero dejemos la principal de cierre de estas líneas.

En esta última podría escudarse el gran César Luis Menotti, para escudarse sobre ¿qué hace en la AFA de Chiqui Tapia? Aunque para ser coherentes debemos ponderarle una frase que ha cobrado -cual excelente vino- vigencia con el transcurso de los años:

"Para saber entrar hay que saber salir". ¡Sáquenlo ya del predio y llévenlo a otras oficinas, por favor!

En fin... podríamos seguir pero en definitiva 

«La jugada más importante en ajedrez, como en la vida, es aquélla que ya hemos realizado». Gracias Tartakower por llamarnos a la cordura y tranquilizarnos.

Es hora que, con los recursos que tengamos (seguramente más pocos que muchos) podamos armar un plan, desarrollarlo y concluirlo de manera positiva (contamos con Murdocks, Faz, Mario Baracus y Amy) para que el Presidente pueda, entre estadísticas y números ¿por qué no con un puro en su mano? concluir:

"Me encanta cuando un plan se concreta" 

Alejo de Dovitiis © 2020


miércoles, 10 de junio de 2020

8 de Junio de 1990

El CBC era para mi algo raro, distinto al querido Nicolás Avellaneda, con una atmósfera de muchos jóvenes que caminan pronto hacia sus respectivas aulas, sin mucho diálogo: había desaparecido el patio.
La materia Sociedad y Estado me caía bien, pese a que por horario tenía que ir lunes y jueves a las 21 hs hasta la sede de Drago (justo al lado de la vía del tren Mitre). 
¡Qué poco tren tenía por entonces! Yo me arreglaba con el 111 (que jamás venía) o el 39 para ir a Palermo Viejo (aún Hollywood no existía, tan solo un incipiente edificio del multimedios América).
Pero el tema eran Pensamiento Científico (que la historia da para otro posteo) y Sociología... a fines de Abril nos anunciaron que tendríamos el primer parcial el 8 de Junio y que el titular de cátedra Daniel Filmus iba a venir a tomarnos (una argucia que se repetirá a lo largo de la carrera).
Arreciaba el frío, tuve una gran gripe y se me pasaban los días intentando comprender a Max Weber, Emile Durkheim y tantos otros.
Debí trazarme una meta, un incentivo, para llegar a aquel 8 de Junio a las 9 de la mañana y ese era ¡Argentina vs Camerún!: partido inaugural del Mundial que se disputaría por la tarde nuestra.
La llama encendida del fútbol, de volver a ver a Diego en un mundial, podía mantener fuerte la moral para estudiar temas de una aridez sorprendente.
Finalmente llegó el día, con frío, con sueño con ganas de rendir e irme a poner la tele y ver como desde Trigoria nuestra selección se aprestaba al primer choque, defendiendo la Copa del Mundo.
El examen fue muy duro y tiempo después un lapidario 4 me encaminó a un final muchos meses después, pero en el fútbol la nota no fue mucho mayor. A Filmus lo vi muchos años después en el Ministerio de Educación.
Argentina cumplió con la costumbre que el campeón mundial no ganaba el partido inaugural y, cuando apareció Omam-Biyik en el área chica todo se derrumbó... nos fuimos al ataque como se podía, con Ruggeri de 9, con un desconcierto pocas veces visto que no alcanzó para revertir el 0-1.
Sin embargo, varios milagros estaban por venir y la cábala de ir a ver el partido con otros chicos a lo de mi amigo Fefe, se mantuvo desde el 2-0 a la URSS hasta la final con Alemania.
El incentivo mantuvo fuerte mi moral, pero el estudio y el fútbol me volvieron a la realidad.
Que hayan pasado treinta años no me quita de la memoria esas semanas electrizantes donde todo se vivía con gran intensidad y el fútbol, aún manejado por Don Julio, tenía una organización alemana comparado con la de hoy.

Alejo de Dovitiis © 2020 

viernes, 27 de marzo de 2020

La corona crisis vernácula

Inicios
Las leyes no escritas del hemisferio Sur marcan que cada país arranca a toda velocidad en marzo.
Sin embargo, un maléfico virus denominado Covid-19 decidió arruinarnos los planes.
La historia ya se venía viendo en China y los europeos no se preocuparon dada su lejanía; pero su llegada irremediable y arrasadora obligó a replegar banderas porque estaban llamando a sus puertas.
Hoy el resto de los continentes estamos tomando medidas, vislumbrando la ola como se levanta y amenaza pasarnos por encima.

La clase dirigente
Grandes líderes (¿?) le restaron importancia al asunto pero los hechos superaron sus expectativas.
Nuestro presidente -Alberto Fernández- obró con suma cautela y celeridad pese a la incertidumbre de la coyuntura: preferible cubrirse en salud a pecar por irresponsable.
Algunos dirigentes van estando a la altura de los tiempos, mientras que otros (de la política, del fútbol, de otros ordenes) no acusan recibo, o mejor dicho se escudan en una cuarentena que no les permite aportar ya no una acción, al menos una idea (ni hablar de ceder parte de sus dietas).

La sociedad
Hace tiempo vengo pensando -cada vez con más convicción- que los animales deben estar reflexionando a su manera: ¿estos son los seres racionales? ¿Los que matan por cualquier absurda razón? ¿Nosotros somo los "animales, en serio? ¿Y ellos, qué son?
Cuando hay una emergencia nacional, mejor dicho mundial, es dable irse de vacaciones pensando un 0% en los demás. Y tras ello ¿es de buen ser humano no cumplir con la cuarentena o exigirle al Estado que me rescate de una isla paradisíaca dónde quedé varado?
Es increíble que haya grupos que sigan pensando con pañuelos puestos en los ojos (del color que sean), que no les permiten mirar la realidad más allá de sus ideas.
Ahora aplaudimos a los médicos, a todos los trabajadores que exponen su salud por el resto de nosotros, cayendo en la cuenta que el ejército no es tan malo, y que en ocasiones el policía sirve a la comunidad.
En innumerables oportunidades hemos demostrado que lo primordial a cada uno es su interés, jamás el general. Cuando en el 2002/3 el rico pudo volver a viajar, el clase media pudo recuperar lo que tenía colocado en el sistema financiero y el humilde pudo cobrar su plan, todo acabó cual el tango: mano a mano.

El futuro
Dios o la Naturaleza o en quien cada uno crea, permita salir de esta grave situación sanitaria y social bien, recomponiéndonos de a poco TODOS.
No se si acabará la grieta pero sí me queda claro que los dos principales impulsores, predecesores de Alberto, han quedado rezagados con respecto a él. Ojalá pensemos muchos temas más de esta forma, todos unidos priorizando la importancia del asunto a los orientaciones individuales.
La vulnerabilidad a la que nos expone y expondrá esta crisis ha de probar que el dinero ayuda pero no salva a NADIE. Somos apenas simples humanos entre miles de millones más.
La posibilidad forzada de estar con nuestros afectos o, de tenerlos lejos y no poder visitarlos, nos hará reflexionar sobre ciertos valores que parecen olvidados.
Ahora, ante la enfermedad, ante la posibilidad de morir, no hay lenguaje inclusivo, no hay diferencias de género, raza, religión: SOMOS TODOS IGUALES y así debería continuar siendo siempre, no solamente frente a una pandemia.
Estamos todos, nadie excluido, frente a una desgracia pero en simultáneo frente a una OPORTUNIDAD DE REFUNDARNOS, si quieren de "deconstruirse" como suelen decir ahora.
Vale la pena el esfuerzo individual, el cual sumado ha de dar una gran sinergia social.
Dicen que la vida, cual partida de ajedrez, es una historia que se escribe de a tres: lo que yo quiero hacer, lo que desea el prójimo y lo que manda la realidad. 
Seamos sensatos y solidarios o, tal vez nos toque inclinar el rey para siempre como Nación.

Alejo de Dovitiis © 2020

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