miércoles, 30 de diciembre de 2020

20/20 el año que nos vacunaron

 En fracciones se sabe que cuando el numerador y el denominador son iguales se los puede simplificar a uno. ¿Vale este año 2020 como para transformarlo así?

En un mundo transformado, convulsionado, nuestro querido y fatigoso país no escapa a la realidad ecuménica.

Nos han pasado de todo, aunque como una esperanza Navideña, han llegado las primeras vacunas, y dentro de ese marco somos conflictivos, sin paz, eternos amantes de la fricción. Nos deseamos paz, pero no la practicamos en el día a día.

Ha arribado el verano, con calor, con humedad, con problemas, con muchos casos de COVID y con mil problemas a resolver. No salimos aún del laberinto, ni mucho menos somos mejores.

Nos hemos encargado de construir un lenguaje irreal, torcido, lindante a la mentira para mostrar lo que no es o, por el contrario, disimular lo que sí es: los queridos VIEJOS (bastardeados por toda la clase dirigente) ahora son adultos mayores; los planes de ajuste (tan nuestros) se dibujan como sintonía fina; se habla de posverdad (porque la verdad es la de ellos, no la de los otros), se enarbola la deconstrucción (para explicar o hacer ver evoluciones para las redes sociales) y así sucesivamente.

Como última muestra: en la mayoría de los lugares del mundo cuando se realiza el análisis del Coronavirus el resultado dice Positivo o Negativo. En Argentina sentencia Determinable o No Determinable.

Tergiversando las palabras, truqueando el lenguaje creemos ser mejores, más equitativos y en verdad, somos peores, mediocres y falaces (los jubilados ¿cobran más?; los pobres ¿son menos?; la educación ¿va en mejoría?; la clase dirigente ¿está pensando en la gente?; el fútbol ¿está mejor organizado?...).

¿Qué nos queda? Cuidarnos, que se instalen bien las vacunas para toda la población y que el 2021 no nos mande la ola del impasse económico que podría dejarnos tirados en la orilla.

Oremos, brindemos y celebremos la vida porque las grandes batallas no han de ganarse con buenos deseos.

Alejo de Dovitiis