domingo, 22 de mayo de 2011

El filósofo de barrio: Ringo Bonavena

Nació un 25 de septiembre de 1942, hombre de libra, en el barrio de Parque Patricios (algunos dicen que la casa de 33 orientales es sita en Boedo) y fue hincha de Huracán desde el primer minuto mas tuvo muchos amigos de San Lorenzo (como otro loco lindo cual es el Bambino Veira).
Vivió al límite cada minuto de su corta vida (fue asesinado un día como hoy, 22 de mayo de 1976, en Reno, Nevada) y dejó su impronta en cada uno de sus actos.
Porteño de ley, medio fanfarrón, amable, con cuerpo de gigante y una voz de niño que delataba su inocencia más íntima hizo las mil y una en su vida hasta terminar muerto por la mafia a la cual se le fue a meter a su propio terreno.

Quiero rescatar de él, la simpleza de sus afirmaciones que a mi criterio lo transformaron en una especie de filósofo de barrio, de una esquina.
Para mi la mejor de todas es, cuando le preguntaron sobre cuán buena era su madre Doña Dominga -la única a la cual guardaba respeto y obediencia- y el retrucó al periodista: "Mi vieja es tan buena, tan buena que si yo te prestara a Doña Dominga por diez minutos vos nunca más me la devolverías"
Otra, tan cruda como real, fue: "Cuando suena la campana te quedas sólo ¡hasta el banquito te sacan!!".
Viene ahora mi mente del libro en su honor de Ezequiel Fernández Moore Diganme Ringo la que decía: "La experiencia es un peine que te dan cuando ya te quedaste pelado".
Ahhh y la otra, tras vencer en un combate terrible en Estados Unidos, los periodistas se te avalanzaron al grito de: "¡Ganamos Ringo!!" y vos, siempre simple y sabio les respondiste: "¿Qué ganamos ni ganamos?? ¡¡Qué la cara la puse yo!!!. Genial.
Volviste loco con palabreríos al Goyo Peralta antes de sacarle el título de campeón argentino de los pesados y reventar varias veces la taquilla en el mítico Luna Park pero, después de ganarle, fuiste también capaz de ir al vestuario a darle un abrazo y pedirle perdón como un chico de cuerpo enorme que eras.

El gran Mohamad Alí en el suelo, un 7 de diciembre de 1970 en el Madison Square Garden ¡¡qué cerca estuviste Ringo!! Por esa época unos 23 millones de argentinos sufrieron (no me puedo incluir porque no había nacido) tu muy digna derrota en el postrero round 15 frente a uno de los más grandes de la historia. Con la misma simpleza que te caracterizaba al bajar abatido del cuadrilátero, casi entre lágrimas dijiste: "Guapeé, hice todo lo que pude". ¿Qué hubiera sido de Alí si le contaban en serio cuando lo tiraste, qué hubiera sido de ti?? El destino quiso otra cosa lamentablemente.
Han pasado los años, nunca fuiste campeón del mundo (aunque lo mereciste) y sin embargo no podemos olvidarte.
Por Parque de los Patricios, en todos los rincones del país, si se dice Ringo se habla de vos (más allá que algún promotor norteamericano te lo haya puesto el apodo por Ringo Starr) y se te extraña.
Para finalizar una anécdota que me involucra y te pinta de cuerpo entero: allá por el verano del 74 estaba en las playas de Punta Mogotes,Mar del Plata, en brazos de mi querido Papá Jorge en medio del carnaval de febrero y de pronto la gente se revolucionó: habías aparecido, gigante, con esa espalda tipo heladera, no se de donde, con un rolex de oro en tu muñeca que con el sol brillaba a kilómetros. Todos te saludaban (mi padre incluido) cuando se te acercó un cholulo y te espetó:-"Ringo, de dónde sacaste ese rolex?" y vos rápido, simple, irónico e inteligente como siempre, con tu mismísima voz de nene le dijiste:-"Éste lo tengo gracias a todos los miles de boludos como vos que me vienen a ver al Luna Park".
Gracias Ringo por todo, necesitamos más filósofos de barrio y menos de aquellos que sútilmente, abogan por las guerras y la violencia.

Alejo de Dovitiis ©2011

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