miércoles, 11 de noviembre de 2015

Zugzwang

No tengo movidas buenas, todas fallan en algo, me toca mover y no se qué hacer. Lo que técnicamente en ajedrez se denomina con el vocablo germano zugzwang.
Escribir por gusto debe ser la mejor opción, en mi modesto entender, si no hay otras mejores en este momento.
Llega la hora de votar, por sexta vez en el año, pero bienvenida sea, ya que me consultan a mi como la 1/42 millones parte de mi nación quién debe ser nuestro próximo presidente.
Montones de publicaciones, spots publicitarios me quieren convencer de una y otra cosa, pero no.
No tengo miedo ni tampoco creo que todo va a cambiar de la noche a la mañana.
Pero sí, de algo estoy convencido: pase lo que tenga que suceder debemos mirar todos los argentinos para adelante sin entrar obstruir el camino del prójimo, de destruir lo hecho bien.
Paremos de ser el país donde mejor que le vaya mal al que viene así, cuando se vean las llamas, yo aparezco como un bombero salvador. Que alguna vez, si así tocara, un gobierno que no sea Justicialista termine bien su mandato, sin crisis terminales. Basta, por favor.
Volvamos a la ideas de los hacedores de una Patria en serio, no la que se jacta de ser grande y que en verdad nunca lo ha terminado de consolidarse como tal.
Por una vez en nuestra Historia, que Belgrano no muera pobre y olvidado, que San Martín no se vaya al exilio ante las divisiones internas, que Mariano Moreno no lo manden de viaje lejos para callarlo, que Alberdi no tenga que escribir desde el exilio, que Sarmiento sea valorado por todo lo bueno y no puntualizado por lo negativo, que otros Avellaneda quieran dejar el puesto de presidente para ser "simplemente" rectores de la UBA y que tantos otros renazcan en su sueño de una Argentina Grande.
Con todos nuestros errores, nos lo merecemos.

Alejo de Dovitiis 11/11/15

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